La Protección Divina del Aceite de Unción:
Como madre de gemelos, mi rutina diaria incluye una protección divina que me brinda paz y seguridad: ungir a mis hijos con aceite de unción. Todas las mañanas, antes de aventurarnos en nuestra rutina de la vida diaria, los cubro con oración y unjo sus cabezas con aceite. Es una práctica profundamente arraigada en la vida de nuestra familia, hasta el punto de que si me olvido del aceite, uno de mis gemelos me lo recuerda sin falta.
¿Por qué lo hago? Porque creo en el poder de la protección divina. Mis hijos necesitan una doble porción de protección mientras navegan por la escuela, rodeados de niños y maestros de diversos orígenes. El aceite de unción es una de las claves que Dios nos ha dado para la protección espiritual y lo uso fielmente todos los días.
Pero no son sólo mis hijos quienes reciben esta cobertura divina. Unjo los postes de nuestra casa, desde la puerta de entrada hasta cada habitación e incluso la cocina. Crea una atmósfera donde la presencia de Dios puede habitar, trayendo paz y tranquilidad a nuestro hogar.
A veces, en el silencio de la noche, el Espíritu Santo me insta a ungir a mi marido y a mis gemelos. Sin dudarlo, obedezco, sabiendo que Dios todo lo ve y todo lo sabe. Estos simples actos de unción son nuestras armas contra las maquinaciones del diablo, fortificándonos contra cualquier ataque espiritual que pueda surgir en nuestro camino.
Antes de sumergirme en mi tiempo devocional con Dios, también me unjo a mí mismo. Unjo mi boca, orando para poder hablar palabras de vida y sabiduría. Unjo mis oídos y le pido a Dios que silencie el ruido del mundo para que pueda escuchar Su voz con claridad. Y unjo mi corazón, invitando a Dios a abrirlo de par en par para que su amor y su verdad puedan fluir libremente dentro de mí.
Las Escrituras de la Biblia refuerzan la importancia del aceite de unción en nuestra vida espiritual:
1. Santiago 5:14: "¿Está alguno entre vosotros enfermo? Llamen a los ancianos de la iglesia, para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor".
2. Salmo 23:5: "Preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos. Unges mi cabeza con aceite; mi copa rebosa".
3. Éxodo 30:25: "Y harás de estos un aceite de la unción sagrada mezclado como por el perfumista; será un aceite de la unción santa".
4. Hebreos 1:9: "Has amado la justicia y aborrecido la maldad; por eso te ha ungido Dios, tu Dios, con óleo de alegría más que a tus compañeros".
Al incorporar aceite de unción en tu rutina diaria, invitas la protección y presencia de Dios a tu vida de una manera tangible. Es un acto de fe simple pero poderoso que puede traer paz, seguridad y fortaleza espiritual. Así que te animo, como me animo a mí y a mi familia, a abrazar la protección divina del aceite de unción y experimentar el poder transformador de la presencia de Dios en tu vida.