Tomando las riendas: 3 consejos para navegar tu propio viaje
¿Alguna vez has sentido que la vida te está sucediendo y te hace sentir impotente? ¿Parece que estás constantemente atrayendo desgracias y desempeñando el papel de víctima?
Si usted o alguien que conoce resuena con estos sentimientos, es hora de cambiar de perspectiva. Así como fomentar la positividad puede fomentar el crecimiento, hacerse cargo de su viaje puede generar empoderamiento. Si bien ya he hablado antes del poder del pensamiento positivo y he profundizado en por qué la negatividad parece tan fácil, ¿cómo se puede combatir el sentimiento de estar a merced de la vida?
Montando las olas:
Imagínese en un viaje en velero. Aquellos que sienten que la vida es algo que les sucede son como pasajeros descansando en la popa. No tienen voz y voto en el transcurso del viaje, sin darse cuenta de las olas que se aproximan y los sacuden. Mientras tanto, le gritan al capitán que reduzca la velocidad, cuestionando su competencia o cordura.
En cambio, uno puede optar por seguir adelante y tomar el timón, dirigiendo el barco de su vida. Esto significa decidir la dirección y anticipar las aguas turbulentas que se avecinan, ajustar la velocidad o sortear obstáculos. Se trata de asumir responsabilidad y reconocer que los desafíos no desaparecerán, pero sí ser proactivo en cómo superarlos.
Las situaciones persisten, las perspectivas cambian:
Navegar en tu viaje no se trata de alterar a todos o todo lo que te rodea con solo presionar un botón, por mucho que a veces lo deseemos. No puedes cambiar la situación, sólo cómo respondes a ella.
Por ejemplo, si constantemente chocas con un colega, desear que sea diferente no resolverá el problema. Lo que puedes hacer es cambiar la forma en que interactúas con ellos. Participe en un diálogo constructivo, establezca límites o reflexione sobre por qué su comportamiento le afecta. Comprender esto le permitirá tomar medidas significativas.
Pero, ¿cómo tomas el control de tu viaje?
1. Piense en soluciones, no en problemas: cuando se enfrente a un desafío, pregúntese: "¿Qué puedo hacer para resolver esto?" Tome medidas proactivas en lugar de insistir en el tema.
2. Adopte el aprendizaje positivo: Los acontecimientos pueden estar fuera de su control, pero su perspectiva no. Transformar situaciones negativas en valiosas experiencias de aprendizaje.
3. Viva el presente: no se detenga en el pasado ni se preocupe por el futuro. Redirige tu energía hacia el momento presente, permitiendo que florezcan pensamientos positivos.
Entonces, en lugar de simplemente dejarte llevar, ¡toma las riendas de tu viaje!